¿Cuáles son sus influencias de diseño?
Celerie: Mi mayor influencia de diseño siempre es el cliente, tengo que ver todo desde la perspectiva de cómo se adapta a su vida, su hogar y cómo se relaciona con lo que ama. Trabajo con entre 10 y 15 clientes por año, y cada uno tiene un nuevo conjunto de prioridades y desafíos. En general, puede aparecer en un idioma que no entiendo en cuanto al diseño y el estilo, que es la prioridad.
Desde el punto de vista de la arquitectura y el paisajismo, Frederick Law Olmsted influenció mi mundo. Fui a un internado llamado Groton en Massachusetts y Frederick Law Olmsted diseñó el campus. Me sentía como en un lugar mágico para un niño de cuatro años. Además, por diez años viví en Central Park, también diseñado por Frederick Law Olmsted, y el parque es el pulmón y la vida de la ciudad de Nueva York.
¿Cuáles son sus consejos para alguien que comienza la profesión de diseño de interiores?
Celerie: Lo más importante que puede hacer es aprender cómo comunicar sus ideas. Porque no importa si uno es un gran artista o tiene una gran sensibilidad creativa, nada se concretará si no es posible transmitir las ideas y vender el concepto. Les digo a los estudiantes que se aseguren de que sus habilidades para hablar y escribir, no en público, pero para hablar con otras personas, sean tan eficaces como cualquier concepto creativo.
También creo que la flexibilidad es una de las cuestiones más importantes en el diseño. Porque si solo se puede encontrar una respuesta correcta, no se podrá concretar el proyecto. Y es necesario poder recargar la inspiración cuando la misión cambia. Es un trabajo de evolución.
Si fuera un color, ¿qué color sería?
Celerie: Siempre he sido un verde, verde brillante o verde oliva. Tiene mucha energía, pero también se puede usar de forma más neutra. ¡Amo el verde!