Lea lo que Danielle Colding tiene para decir:
Durante una visita al salón de exposición Pierre Frey, en el Decoration & Design (D&D) Building de Nueva York, Danielle Colding, directora de Danielle Colding Design, analiza los interiores acogedores del hogar y el arte del diseño imperfecto.
"Como diseñadores, siempre intentamos alcanzar esa habitación perfecta, esa combinación perfecta, esa paleta de colores perfecta", explica Colding. "Así que tal vez les sorprenda escuchar que yo creo que el diseño siempre es mejor cuando hay cierta imperfección. Cuando uno se esfuerza para que una habitación sea extremadamente perfecta, no queda bien. Tiene que haber algo fuera de lugar en todos los espacios para que aporte cierto toque humano. ¿Tal vez combinar un mueble antiguo que no sea perfecto? ¿Que la tela de una almohada o cortina se aleje apenas de la paleta de colores principal?".
"Cuando se trata del color, la escala, el diseño o, incluso, de combinar lo antiguo con lo nuevo, es importante tener una mezcla verdadera de elementos diferentes", continúa Colding. "Y lo que aprendí, sobre todo con respecto al color, es que siempre es fundamental tener un color que desentone un poco".
Agregar un diseño imperfecto y personal al diseño de interiores
Colding comenta que los clientes suelen tener alguna especie de objeto personal que les gustaría incorporar a un espacio. A veces, ese objeto es la fuente de inspiración para toda la paleta, pero, otras veces, puede llevar el diseño en otra dirección. Esto se puede tornar difícil cuando Colding intenta tomar las ideas del diseño "perfecto" y darle un giro ecléctico.
"Cuando trabajo con clientes, este es uno de los aspectos más complicados: cómo explicarles que quiero tomar su obra maestra perfecta y desordenarla un poco. Hacerla imperfecta. Decirles: 'Necesitamos este pequeño toque de color o algo que quede un poco fuera de lugar'".
"Y, en general, cuando se los explico o se los muestro, lo entienden y quieren eso. Creo que esa es la parte fantástica del diseño. Ni bien comencé como diseñadora, buscaba la perfección. Los clientes entienden, especialmente ahora, que buscan espacios que reflejen quiénes son. Eso significa que tenemos que aceptar la imperfección. Debemos aceptar nuestra condición de seres humanos. Así que todo gira en torno a esos pequeños accesorios interesantes, muebles antiguos, una combinación de elementos antiguos y nuevos, o lo que sea: los colores que desentonan pueden llevar un espacio a otro nivel".